Lanza una varita al aliado más lejano y luego la recupera. La varita otorga un escudo de 120/150/200 () por cada aliado que atraviese durante 3 s. El siguiente ataque inflige 400/600/1000 () de daño mágico adicional.
Los campeones redimidos obtienen armadura, resistencia mágica y poder de habilidad adicionales. Cuando mueren, reparten sus bonificaciones entre los aliados redimidos restantes.